La tercer temporada del spin-off de Doctor Who, Torchwood, terminó de emitirse en la BBC la semana pasada y se convirtió en cuestión de días en el drama de ciencia ficción más aclamado desde el final de Battlestar Galactica.
Para los neófitos, Torchwood es un instituto semi-secreto dedicado a lidiar con amenazas extraterrestres en la tierra el cual tiene vinculaciones con el legendario Dr Who quien durante sus muchos viajes por el tiempo no siempre está disponible para sacar a la humanidad del abismo. Es ahí cuando Torchwood hace su aparición combinando los singulares talentos de sus integrantes los cuales forman un equipo orgánico, inteligente y creíble.
Sin embargo las dos primeras temporadas de Torchwood habían sido flojas, limitándose a tratar temáticas simplistas y complacientes sin arriesgarse a empujar el formato de las historias hacia temáticas más complejas . Todo eso cambio con su tercera temporada la cual emitida en 5 noches consecutivas se convirtió en algo sumamente especial y raras veces visto.
Children of Earth nos lleva a una invasión extraterrestre a la Tierra la cual es mantenida en secreto por los gobiernos del mundo y fuerza al instituto Torchwood a tomar decisiones sumamente difíciles con tal de salvar a los inocentes sabiendo bien que ya no hay buenos ni malos.
Personalmente disfruté muchísimo esta historia que no dependió de efectos especiales ni explosiones sino que recurrió a la inteligencia, el estilo y las buenas actuaciones para crear un drama como solo la dedicación y el talento pueden crear. No es necesario ser fanático de la serie para poder disfrutar esta historia y es por eso que les recomiendo que se tomen el tiempo de conocerla. Si ansían más historias oscuras, brutales e impredecibles para sobrevivir al síndrome de abstinencia de Battlestar Galactica les aseguro que Children of Earth es lo que necesitan.